viernes, 29 de noviembre de 2013

¡FELIZ Y FELICIDAD!

                          Cuando los dátiles dieron fruto......

Era la única señal que tuve sobre  la fecha de mi nacimiento, tampoco tenia la curiosidad de saberlo.
Cuando quise saberlo, mi madre ya no estaba para decirme lo, como muchas otras preguntas que hasta hoy nadie me la puede responder. Falleció cuando yo tenia 13 años. Solo me acuerdo de sus olores y perfumes caseros que hacía ella misma, a base de hiervas, arbustos, aceites y perfumes, de sus rezos continuos en su alfombra como si solo quería estar con su creador. Había momentos que odiaba a esa divinidad por absorberla tanto. Siempre esperaba el gesto de girar la cabeza a derecha y a izquierda  diciendo (Salamo Aalikom) la paz con vosotros, señal de terminar el rezo islámico, para tirarme en sus brazos. Siempre tenía algo para dar, una fruta, frutos secos o alguna moneda que era mi preferida. Si no, estaba ahí:  ¡Feliz y Felicidad! Dos pelitos de sus cejas, pestañas o de donde sea, se los envuelve en un poquito de algodón y me los daba y a lo largo de tres días encontraba algo valioso o me lo regalará alguien. Siempre funcionaba. Cuando dejemos de creer en las cosas dejan de creer en nosotros. Una de las veces, salí al mercado que estaba a 50 pasos de mi casa a por hierbabuena con mis feliz y felicidad, con los ojos bien abiertos, de repente lo vi! Un billete doblado ocho veces pero lo reconocí, lo cogí y corriendo a casa.
Mama mira que me dieron Feliz y Felicidad, le dije. Primero quítate los zapatos, hijo mío, me respondió. Los tiré fuera sin mirar. Entendió la mano muy tranquila, la miro y dijo: Hasta que no pasen tres días no es nuestro. Pero mama yo solo quiero un balón!! eran 100 dhs(10 € de los años 70) el balón costaba 3 dhs.
Así dice Dios, otra vez Dios! Pensé: yo solo quiero el balón, que mala suerte! Entonces me dijo ella: Y si pasa el pregonero? Pensaste que a lo mejor es lo único que tiene el pobre que la perdió hijo? Ten paciencia si esta escrito que sea nuestro, no aparecerá el dueño y te puedes comprar tu balón, y si viene mama se lo damos? Pregunté. Pues sí, si no es robar cariño y en nuestra creencia  ser ladrón tiene mal resultado en esta vida y en el más aya igual, si quiere puede regalarte una parte, si no, no es obligatorio hijo.
Contaba las horas para no decir minutos, pidiendo al mismo Dios que no haya ni rastro del dueño. Cada vez que escuchaba el pregonero se me encogía el corazón. Al tercer día y nada más levantarme, me fue corriendo hacía Ella. Hoy es el tercer día mama, le dije, muy feliz. Ven aquí, me dijo y me abrazó, apretándome a su pecho, con el amor más puro, como diciendo: Tranquilo todo ira bien, tendrás tu balón te lo garantizo. Hay que esperar que pase la mañana, por se acaso y luego te compras el balón. Era el año 1973 y solo tenia 7 años. Mi familia aunque no tenía la fortuna que había antes, mi casa seguía abierta a todo el mundo. Pasé la mañana entre angustia y felicidad. a la hora de comer tenía mis 3 dhs en la mano. ¡Que tiempos eran! 
   

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